The Clinic
Con entrada gratuita y una programación que aborda política, filosofía, literatura, memoria histórica, la Feria del Libro de Ciencias Sociales de Recoleta se consolida como un evento cultural de alto nivel. El alcalde Fares Jadue destaca el rol transformador de la cultura y la importancia de garantizar el acceso al conocimiento más allá de las fronteras económicas y sociales.
Desde el 4 hasta el 13 de abril, la comuna de Recoleta, liderada por el alcalde Fares Jadue, es escenario de uno de los encuentros culturales más relevantes del país: la Feria Internacional del Libro y de las Ciencias Sociales. Con una propuesta que combina pensamiento crítico, vocación comunitaria y figuras de talla internacional, en dónde la entrada no tiene costo y es accesible por internet, el evento se ha instalado como un referente en el circuito cultural chileno.
Para el actual alcalde de Recoleta, Fares Jadue (PC), este evento es un reflejo de sus ideas en políticas públicas: que el acceso al conocimiento sea un derecho, mayor y mejor inversión social, la presencia del Estado en dónde pueda estar, y que nadie se quede fuera.
—¿Qué significado tiene para usted este importante espacio de reflexión y encuentro cultural?
—La Feria Internacional del Libro y de las Ciencias Sociales, se ha convertido en un referente de cultura y reflexión, lo cual nos llena de orgullo. La FILChile es mucho más que una feria, es un puente entre la sociedad, las organizaciones culturales y las voces más representativas de nuestras comunidades.
—¿Cómo es posible que una comuna de un sector popular de la Región Metropolitana organice uno de los eventos culturales más importantes de Chile?
—Porque en Recoleta hemos entendido que el acceso al conocimiento es un derecho. Esta feria se ha consolidado como una instancia para reflexionar sobre los grandes temas que nos afectan, desde la política hasta la filosofía, desde la historia hasta la literatura. Es una apuesta firme por la cultura como motor de transformación social, y lo hacemos desde un enfoque comunitario, con trabajo colaborativo y convicción.
—¿Cómo logran que figuras de talla mundial se interesen en venir a la Feria Internacional del Libro y de las Ciencias Sociales de Recoleta?
—Recoleta ha demostrado que se puede hacer cultura de primer nivel. Esta feria no sólo convoca por su nivel de organización sino también por su vocación de diálogo, por ser un espacio donde se habla de feminismo, racismo, derechos humanos, memoria histórica, entre muchos otros temas urgentes. Es ese compromiso lo que atrae a grandes pensadores y figuras internacionales, como Laura Esquivel, Álvaro García Linera o Rita Segato.
—¿Cómo se toma usted este elogio de que la feria rompe con la tradición de los eventos literarios?
—Con orgullo, pero también con responsabilidad. Esta feria ha logrado convocar a más de 1.500 personas un domingo para escuchar filosofía, y eso habla de una comunidad ávida de pensamiento crítico. Que un medio internacional la haya catalogado como una ruptura con la tradición, nos confirma que vamos por el camino correcto: democratizando el acceso al conocimiento y ofreciendo a las vecinas y vecinos de Recoleta una propuesta cultural única en Chile.
—¿Cómo lo hacen para apostar e ir a contrapelo en una comuna popular como Recoleta?
—Con convicción. Apostamos por una política cultural inclusiva, que no margina por territorio ni clase social. Nos resistimos a la idea de que los grandes eventos sólo deben ocurrir en comunas como Providencia, Vitacura o Ñuñoa. En Recoleta demostramos que desde una comuna con arraigo popular también se puede liderar la cultura a nivel nacional.
—¿Cómo beneficia este evento a los vecinos de Recoleta y a la comunidad en general?
—Es un beneficio directo. No sólo por el acceso gratuito a actividades culturales de alto nivel, sino también por el fortalecimiento del tejido social y la identidad comunitaria. Las familias disfrutan unidas, los niños y niñas acceden a actividades pensadas para ellos, y la comuna entera se convierte en un polo de encuentro, conocimiento y diálogo. Además, coordinamos con las escuelas y liceos visitas todos los días para que las y los estudiantes se empapen de esta fiesta literaria.
—¿Se ha considerado algún programa especial para colegios o estudiantes de la comuna?
—Sí, siempre. Los y las estudiantes y colegios son parte esencial de esta feria. Se programan actividades especialmente pensadas para ellos, visitas guiadas, presentaciones interactivas y talleres educativos, porque sabemos que la formación cultural empieza desde la infancia y queremos que nadie quede fuera.
—¿Hay planes de expandir el evento (Feria Internacional del Libro y de las Ciencias Sociales) a otros espacios o comunas?
—Nuestra intención siempre es seguir creciendo, sin perder la esencia comunitaria, por lo que sería ideal poder ampliar esta iniciativa. Pero de momento no es parte de nuestra preocupación, pues estamos concentrados en que sea un evento para las y los recoletanos.
—Alcalde, pasando a otro tema que preocupa mucho en nuestro país ¿Cómo cree que se debería enfrentar la situación de seguridad en comunas como Recoleta?
—La seguridad debe enfrentarse de manera integral, con más y mejor inversión social, con espacios como esta feria que fortalecen el sentido de comunidad, y por supuesto, con presencia del Estado en todos sus niveles. La cultura también es una herramienta poderosa para construir entornos más seguros y cohesionados.
—Ya lleva 5 meses en el cargo. ¿Es como se lo imaginó?
—Es aún más desafiante y gratificante de lo que imaginaba. Ver cómo se concretan proyectos como esta Feria del Libro, que llenan de vida a nuestra comuna, me confirma que vale la pena cada esfuerzo. Seguimos trabajando con compromiso, con los pies en la tierra y el corazón puesto en nuestra comunidad. Tenemos una hoja de ruta que se hace cargo de los principales dolores y angustias de las personas y en eso estaremos concentrado durante estos 4 años iniciales.